El Aula de Teatro de la Universidad Permanente, dirigida por Begoña Tenés, el próximo domingo 19 de febrero a las 19:30 en la Casa de Cultura presenta “Troyanas”, del dramaturgo Alberto Conejero, Premio Nacional de Literatura Dramática 2019.
La obra se encuadra dentro de la programación del Aula Universitaria de La Romana de la Universidad de Alicante y la entrada es gratuita.
Conejero emplea un lenguaje directo y actual, de tal manera que, inevitablemente, resonará en el público, que encontrará puntos de conexión con la actualidad: refugiados de guerra, la mujer como objeto para manifestar la victoria sobre los vencidos…
Estamos ante una historia atemporal de vencedores y vencidos donde las supervivientes de la batalla son solamente mujeres que serán tratadas como parte del botín de guerra.
En la literatura griega el tema de la guerra estuvo muy presente teniendo en cuenta a los combatientes, describiendo su valor, grandeza o cobardía. En esta tragedia no aparecen los héroes y lo que se pone de relieve es el papel de las mujeres en los combates bélicos, cómo están y cómo subsisten después de ellos. Las troyanas quedan viudas y huérfanas, narran sus desventuras y el futuro que les aguarda al ser sorteadas por los griegos.
Desde que Eurípides escribiera Las Troyanas en el año 415 a. C., muchas guerras y conflictos armados han asolado nuestro planeta, y en cada una de ellas, los seres humanos más vulnerables han sido objeto de todo tipo de barbaries, siendo especialmente significativo el horror ejercido sobre menores y mujeres, con niñas y niños usados como soldados, explotadas en el tráfico de órganos, obligadas a servir como esclavas físicas, domésticas y sexuales, violadas, vendidas, maltratadas, utilizadas como escudos humanos, etc. Pero la barbarie continúa, en cualquier país en cualquier momento, cualquier persona puede convertirse en una víctima o en un torturador… o simplemente en alguien que mira hacia otro lado…
Esta es la temática y la idea sobre la que se mueve esta propuesta, en la capacidad de obviar a la persona y sus derechos y convertirla en un objeto que se puede comprar, vender, romper o matar sin escrúpulos, pero también nos habla sobre cómo la guerra es capaz de cambiar a las personas, sobre la ceguera voluntaria de las personas y los gobiernos, sobre el inmovilismo, pero sobre todo habla de mujeres, de madres, hijas, esposas, etc. de su dolor y de su lucha por mantener la dignidad. Tras el saqueo de Troya, las troyanas están siendo sorteadas entre los griegos. Hécuba, mostrando la desesperación de los vencidos, pregunta por el destino de cada troyana, que no puede ser otro que el de ser entregadas a algún vencedor: Andrómaca ha sido asignada a Neoptólemo, hijo de Aquiles; Hécuba, a Odiseo; Casandra, hija de Hécuba, al general Agamenón (que la escogió como premio antes de realizar el sorteo), Políxena también hija de Hécuba, ha de ser sacrificada en la tumba de Aquiles… Los aqueos deciden matar al hijo de Andrómaca y Héctor despeñándolo desde lo alto de la muralla de Ilión. La obra cobra más dramatismo aún con el pequeño cuerpo del niño, que es recibido por Hécuba para que sea enterrado por deseo de su madre, que ya ha partido.